sábado, 21 de agosto de 2010

SINDROME DE ULISES: REAL COMO LA VIDA MISMA


Se asigna el nombre de síndrome de Ulises al conjunto de situaciones que se presentan en un paciente como resultado de una bien intencionada pero excesiva investigación diagnóstica. En estas circunstancias, los estudios complementarios conducen a resultados falsos positivos que, malinterpretados, conducen a nuevos estudios o intervenciones terapéuticas con costos y riesgos, con sufrimientos y complicaciones.
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Niño de 13 años de edad. Consulta con su médico de cabecera porque en el último año ha presentado dos episodios de dolor de cabeza que describe como una punzada, en la cara lateral de ambas sienes, que dura unos minutos y desaparece espontaneamente. No presenta vómitos ni ninguna sintomatología neurológica acompañante.
El médico, después de explorar al niño, le quita importancia y considera que no precisa más investigaciones, salvo la observación cercana. La madre no queda satisfecha con el diagnóstico del galeno (y eso que es el médico de la familia desde hace más de 10 años) y gestiona por su cuenta una cita con un neurocirujano porque la cita con el neurólogo (que es el que sabe de dolores de cabeza), va a tardar mucho tiempo.
Acude a dicha consulta y la madre directamente sugiere y acaba exigiendo que se le haga alguna prueba al niño, como por ejemplo, un TAC. El médico sin indagar más, la solicita.
El radiólogo informa que en el TAC aparece una lesión redondeada de aspecto quístico a la altura del cuerno occipital del ventrículo lateral izquierdo y aconseja realizar RNM. El neurocirujano afirma que parece un quiste benigno y que puede ser el causante de la cefalea.
Se solicita RNM y el radiólogo informa que realmente lo que era un quiste es una variación anatómica de la disposición de ambos cuernos occipitales de los ventrículos laterales. El quiste es realmente un artefacto técnico al realizar los cortes en el TAC. De esta manera lo valora también el neurocirujano, que ya no ve quiste, pero sí aprecia una implantación baja de las amígdalas cerebelosas (dato no considerado por el radiólogo que ha hecho sus mediciones de forma reglada y no a ojímetro como lo ha hecho el neurocirujano). Sentencia que esta implantación baja es la causa de la cefalea, que se agravará sobre todo cuando el niño se incline hacia adelante y aconseja realización de una RNM anual.
Ah¡ como el neurocirujano ha observado una cierta ocupación mucoide del seno maxilar derecho, le aconseja a la madre que consulte con un ORL porque este hallazgo puede contribuir al dolor de cabeza.
Es valorada por el ORL que no ve patología en el seno pero sí una posible disfunción en la articulación temporomandibular que podría contribuir o ser causa del dolor de cabeza y le aconseja como no, consultar con el Dentista.
La madre consulta con un odontólogo conocido por ella. El odontólogo también la conoce bien, a ella y a su hijo. Le dice que la boca la tiene perfecta así como su articulación temporomandibular ¿No será psicológico? Porque no hablas con el niño a ver si tiene algún problema o lo llevas al psicólogo? Le comenta el colega ¡¡¡¡¡
Después de un mes y medio de pruebas y visitar médicos varios, el dolor de cabeza ha desaparecido y todo vuelve a estar como al principio. Eso sí, a costa de haber padecido una auténtica odisea: La Odisea de Ulises

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No se ha estimado la prevalencia del síndrome de Ulises. Contribuirían a la presentación de este cuadro la inadecuada valoración de los resultados falsos positivos por parte de los profesionales, la realización de estudios innecesarios en pacientes en los que la probabilidad del padecimiento de una determinada patología es relativamente baja y los errores sistemáticos de médicos mal capacitados que sobre diagnostican anomalías que no son tales. La superación de este problema empieza por su reconocimiento y la educación médica. Sin embargo, la presión social por la realización de estudios complementarios y la práctica de la medicina defensiva, tornan necesaria la extensión de dicha actividad educativa a toda la sociedad.

sábado, 14 de agosto de 2010

DESCANSE EN PAZ

Como ya muchos de vosotros sabreis, hace unos dias ha fallecido Armando Romanos Lezcano, buque insignia de la pediatria andaluza y maestro de muchas de las generaciones de pediatras que han salido en los ultimos años. Aunque yo no me formé en Córdoba y no fuí alumno directo de su cátedra, Don Armando siempre llamó mi atención en las reuniones de pediatría que las sociedades regionales organizaban en Andalucía, fundamentalmente por su aspecto campechano y por su carisma,sobre todo con la gente que empezabamos por aquellos tiempos a hacer nuestros primeros pinitos como aprendices de pediatras. Tuve el honor de tenerlo como miembro del tribunal que valoró mi Tesis Doctoral, la cual confeccioné durante mi residencia en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. Recuerdo que su aportación fue elegante y cariñosa. Pude responder fácilmente a sus preguntas ¡¡

Que descanse en paz.